En el año 2007 Luciano Avila y Mauricio Godoy realizaron un mini-documental de veinte minutos que narraba la historia de dos conserjes de Santiago de Chile. Titulado “Los Conserjes”, se trataba de un proyecto académico que narraba independientemente la historia de un conserje de un edificio y la de un conserje de caseta, con una historia común que hacía de hilo conductor. Podéis ver este documental original en este enlace.
Benjamín Olivares era el conserje del condominio protagonista de parte de ese primer documental. En el año 2016, Luciano Avila, que junto a Sergio Soliz había sido el encargado del metraje de esta parte retomó todas sus grabaciones para dar vida a un nuevo documento, “El Conserje”, un documental que refleja todo un día en la vida del conserje Benjamín Olivares.
Luciano y Sergio pasaron todo un día junto a Benjamín. Desde las 11 de la mañana hasta las 9 de la noche. Y con un estilo “dogma”, reflejan un día cualquiera en la monótona vida de un conserje de Santiago de Chile.
Somos testigos mudos de su rutina, de su ir y venir al trabajo de conserje, de lo duro de algunos de sus quehaceres, de su soledad. Pero siempre con una mirada externa y lejana, sin actuar nunca con él. Simplemente miramos. No hay entrevistas, no hay comentarios, no hay opiniones. Únicamente vamos viendo al conserje vivir un día cualquiera.
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Mis reflexiones
Llegué a este documental totalmente por casualidad y la verdad es que me ha sorprendido mucho. Me ha encantado el rollo dogma de la historia. Es como si estuvieras espiando al pobre conserje. Acaba siendo algo hipnótico.
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