Food, Inc.

Uno de los grandes problemas respecto de la industria alimentaria es que, realmente, desconocemos totalmente de dónde procede lo que comemos. El marketing de las grandes empresas nos ha vendido muy bien el origen de todos los productos que solemos consumir. Y nos ha convencido, por norma general, con facilidad, aletargándonos. Pero, lo cierto es que, en realidad, no tenemos la menor idea de dónde y cómo se produce la mayor parte de los alimentos que consumimos. Y, tal como reza Food Inc., si lo supiéramos, quizás dejaríamos de comerlos.

Porque Food Inc. es, realmente, un documental rompedor. Es verdad que no es nuevo y que ya tiene unos años. Pero también es verdad que sus argumentos siguen siendo válidos (lamentablemente) y que no lo ha visto mucha gente (o al menos no la suficiente). También es cierto que analiza el fenómeno de la industria alimentaria en los Estados Unidos, pero no es muy desaventurado imaginar qué es lo que sucede en el resto del mundo.

Siguiendo el camino del bestseller de no ficción de Eric Schlosser “Fast Food Nation”  y  del libro “The Omnivore´s Dilemma” de Michael Pollan (guionista y voz en off del documental), Food Inc. intenta (en una hora y media) crear conciencia sobre lo que existe detrás de lo que comemos. Un viaje por los procesos, los procedimientos, los monopolios, la represión y la manipulación al consumidor.

Con toda crudeza, Food Inc. examina el proceso de producción de la carne, la producción industrial de frutas y verduras y el casi absoluto poder de las grandes compañías que manejan el actual modelo de alimentación. Un sistema basado en la explotación y el abuso de los animales, del medio ambiente y de las personas.

Analiza la manera en que bebidas y alimentos procesados son responsables de diferentes problemas de salud y patologías. Y ahonda en la relación entre este tipo de comida y sus precios: bastante más baratos y accesibles que alternativas más saludables, frescas y nutritivas.

Un documental narrado con mucho realismo, centrado en entrevistas en primera persona con los productores, agricultores y granjeros, a las órdenes de las grandes multinacionales con las que tienen contrato de servicio.

Por supuesto, la reflexión subyacente de todo el documental es que seamos conscientes siempre del origen de nuestros alimentos. Yo al menos hay cosas que no las compro en cualquier sitio. Echad una ojeada a la tienda de Mundisa, productos de calidad con orígenes contrastados.